lunes, 20 de mayo de 2019

Cuando se jubilen los "candrys"

(Publicación original: 07.05.2016)

Un candrai o candray era un buque de dos proas utilizado en trafico interior de los puertos por pescadores y salineros con una equipación mínima. 
Los ingleses comenzaron a llamar de forma despectiva "candry" a todo tipo de barco antiguo que ya debería estar desahuciado.

Zacarias Lecumberri, candry español que apareció en la película de Paul Newman "Éxodo"

 "Cuando se jubilen los candrays" era una expresión que utilizábamos en la universidad para definir a toda aquella persona, normalmente hombre que consideraba innecesaria y poco adecuada la presencia de las mujeres en un mundo profesional tradicionalmente masculino. Imaginábamos que una vez desaparecidas las generaciones más tradicionales, el mundo avanzaría fácilmente hacia la igualdad de oportunidades.
Tengo la dudosa fortuna de haber comprobado en primera persona como en algunos trabajos el perfil que buscan es masculino.
Ya llovió desde aquellos años y esas generaciones o su gran mayoría están disfrutando de una feliz jubilación.
 Sin embargo, esta semana sin ir más lejos, me encontré con una nueva generación que está orgullosa de defender los ideales de sus ancestros: un candry de 27 años.
Este chico afirmó de un modo que no dejaba lugar a réplica que las mujeres no llegaban a puestos de dirección en este sector porque "no estaban preparadas".
Ni que decir tiene que su argumento fue rebatido por todos los que estábamos presentes, pero no deja de sorprenderme que un chavalín que no llega a 30 años tenga esa manera de pensar. ¿Qué clase de educación y ejemplo estamos dando para que haya gente joven con esas ideas?
En mi opinión la raíz de todos estos problemas está en la educación, en la falta de educación,(por favor, no confundir con formación). Si fallamos en transmitir valores morales, de igualdad y respeto no creo que la sociedad vaya a avanzar en ningún sentido, más bien favorece la creación de sectores radicales que están en contra de otros por sistema y que transmitirán esas ideas a sus sucesores o coetáneos.
Hay que tener las ideas muy claras para que la rabia o la frustración no te haga creer que estos sectores tienen la verdad absoluta y hay que unirse a ellos para lograr un fin beneficioso para todos. Sin embargo, los extremos no suelen beneficiar a casi nadie y nos hace entrar en un bucle de que 30 años después aún no hemos conseguido salir (al menos en mi sector).

Es cierto que hemos conseguido muchas mejoras, y que las mujeres nos hayamos introducido con bastante éxito en este mundillo ha sido gracias a que no nos hemos rendido y que aunque haya habido momentos de flaqueza, hemos seguido ahí.
Lo más frustrante es que pasan los años, cambian las generaciones y el problema sea el mismo

Tras la sombra de Mar.

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